En un comunicado enviado por correo electrónico a sus empleados, Jobs, de 55 años, explicó que el consejo de dirección de Apple le había otorgado "un permiso temporal para concentrarse en su salud" pero que "continuaría como consejero delegado".
En la nota informó de que deja a Tim Cook, jefe de operaciones de Apple, al cargo de la empresa durante su ausencia, como había hecho en anteriores ocasiones. "He pedido a Tim Cook que se haga responsable de todas las operaciones diarias. Tengo una gran confianza en que Tim y el resto del equipo ejecutivo harán un fantástico trabajo ejecutando los excitantes planes que tenemos para 2011", agregó Jobs.
Por último, se despide afirmando que espera "estar de vuelta tan pronto como pueda", sin ofrecer más precisiones acerca de los problemas de salud a los que se enfrenta. "Mientras tanto, mi familia y yo apreciamos profundamente que se respete nuestra privacidad", concluyó.
Poco después de conocerse el anuncio de Jobs, las acciones de Apple caían un 7 por ciento en la bolsa de Fráncfort, la única plaza europea en la cotiza. Los mercados financieros permanecen cerrados hoy en EEUU por la celebración del nacimiento de Martin Luther King.
Mientras tanto, los rumores ya han comenzado entre los inversores ante la escueta nota de Jobs y la ausencia de una fecha de regreso, especialmente al recordar la "delgadez" mostrada por el empresario en su última aparición pública. La empresa dirigida por Jobs, la mayor de tecnología del mundo, tiene previsto anunciar los ingresos del último trimestre mañana martes.
Jobs, que superó un cáncer de páncreas en 2004, ya solicitó una baja médica en enero de 2009 para tratar algunos "desequilibrios hormonales", aunque luego se conoció que se había sometido a un trasplante de hígado en abril de ese año en un hospital de Tennessee en EEUU